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Historia del primer arquitecto de Villa la Angostura

Capilla Nuestra Señora de la Asunción, en la zona del puerto de Villa la Angostura.
Historia
Tipografía

Alejandro Bustillo fue quien diseñó y supervisó la construcción de las obras más importantes en los inicios de Villa la Angostura, como la Capilla de la Asunción, la Casa del Guardaparque, la residencia El Messidor y la Escuela 104, hoy denominada Planta de Campamentos ubicada camino al Puerto.

Si bien los interiores fueron diseñados con una lógica compleja, relacionada más con la multifuncionalidad del programa que con lo que denotan las fachadas (en la línea del block multiusos, dando cuenta de una propuesta tipológica netamente moderna), se conserva toda la fuerza clásica en los locales principales de cada edificio.

La secuencia acceso principal (casi idéntico al de la Cancillería, de Albert Speer)-hall-sala de juego tiene una fuerza dramática donde lo neoclásico se potencia por la escala titánica y la extrema pureza del lenguaje.

Esta suma de características concurre una vez más a la construcción de una arquitectura que se reclama como propia, que el mismo Bustillo no la entiende como neoclásica sino como adaptación de las normas clásicas a nuestra particularidad: "(los edificios de Mar del Plata).., son una estilización de lo francés, pero con un carácter de austeridad, de serenidad.., el conjunto me parece profundamente argentino''.

Una serie de grandes obras oficiales realizó en el Parque Nacional Nahuel Huapi durante la dirección de su hermano Exequiel, entre 1934 y 1944, destacándose especialmente el Hotel Llao-Llao. La obra, ganada por concurso en 1936 e inaugurada en 1938, se incendió un año después y la reconstruyó en 1940 respetando el proyecto original, pero sustituyendo la madera por mampostería de piedra y hormigón armado.

En este distanciamiento del clasicismo conviven sin embargo el compromiso académico con "la pertenencia a un lugar determinado, a su paisaje, a su cielo, a su substancia ...'', según la particular visión de Bustillo, quien opta por un inmenso chalet normando de techos quebrados con fuerte pendiente, en clave pintoresquista, pero compositivarnente simétrico, de planta en ''H'' y con cuerpo central elevado sobre una 'cour d'entrée'; desplantado sobre una loma entre lagos y con un cerro al fondo, logrando una admirable integración geométrica y orgánica con la naturaleza.

Con características similares se realizó una obra sistemática en todo el Parque, abarcando distintas escalas de diseño, a cargo de una tríada: Ernesto de Estrada (n. 1909), Bustillo y Miguel Ángel Cesari (n. 1911).

Donde el primero se ocupó de urbanizaciones (Centro Cívico y ensanche oeste de Bariloche, planeamiento de las Villas Catedral, Llao-LLao y La Angostura, parques varios, etc.), Bustillo de numerosos proyectos de edificios y Cesari del desarrollo de estos últimos, como colaborador.

La imagen arquitectónica resultante, que dejaría una marca territorial, surgió del cruce ambiguo entre materiales locales, técnicas tradicionales, decisiones oficiales e inclusiones exóticas.

La zona había sido colonizada a fines del siglo XIX (1895 a 1899) por chilotes y descendientes de la colonización alemana del sur chileno (c. 1850) quienes convivieron con algunos indígenas.

Para la época de la creación del Parque Nacional, estos pioneros ya habían definido la fisonomía de varios poblados, construidos en madera sobre la base de dos técnicas: el block haus de troncos cruzados en las esquinas con entalladura a media madera y uniones entarugadas (de origen europeo) y la más difundida del balloon frame, con estructura de tirantes, revestimientos de tablas y orillas y uniones clavadas (transmitidas por los carpinteros chilenos).

La tipología formal inspiraba en modelos bávaros y tiroleses reelaborados en el sur trasandino. Sobre estas bases el equipo técnico de Parques Nacionales, dirigido por Bustillo, diseñó sus arquitecturas y redactó una normativa para aprobación de planos para obtener ''un definido estilo regional''.


Foto: Escuela 104 de Villa la Angostura

En este afán contextualista, de clara connotación folk e historicista europea, se privilegiaron técnicas artesanales dejando de lado algunos avances sobre sistematización de componentes ensayados por los propios pioneros, en especial por Primo Capraro, primer arquitecto y constructor del Nahuel Huapi. De tal modo, fueron comunes los proyectos de Bustillo en sistema block haus, a veces simulado, como en los casos de la Hostería Isla Victoria (1945) y las capillas La Asunción (Villa La Angostura, 1936), San Eduardo (Llao-Llao, 1938) y de Villa Catedral (c, 1940), todas ellas con el lenguaje formal de las iglesias chilotas.


Foto: Casa del Guardaparque en la zona del puerto, en Villa la Angostura

Con esta misma técnica constructiva desarrolló un prototipo de vivienda para guardaparque (1938), de reproducción numerosa.

En mampostería rústica de piedra, por su parte, realizó la Catedral Nuestra Señora de Nahuel Huapi (1946), otra de sus obras mayores, en gotizante simplificado y dos edificios que retoman su vertiente rninimalista: la Intendencia y el edificio Movilidad, ambos prismas puros rematados con cubierta a dos aguas, ventanas seriadas casi continuas y una envolvente de material único.


Foto: Residencia El Messidor, en Villa la Angostura

De cita obligada por su importancia y por su contradictorio abandono del chilote-tirolés es la residencia "El Messidor", hoy residencia oficial del Gobernador de la Provincia del Neuquén (proyectada en 1942), inspirada en un castillo del sur de Francia.
En síntesis, este sistema de obras y normas tuvo un efecto multiplicador continuado tanto por las sucesivas administraciones como por los propios pobladores hasta nuestros días.

Fue en el ámbito rural de la pampa húmeda donde Bustillo desarrolló gran parte de su obra: nos referimos a la serie de las casas de campo.

Las premisas de diseño continuaron siendo las de diferenciar la arquitectura urbana metropolitana de las regionales, como la marplatense, andina y pampeana.
Especialmente esta última, donde predominan minimalismo y parquedad, tuvo un gran compromiso con los''requerimientos telúricos'' y se constituyó en referente importante de casi toda su producción.

Desde el inicio de su carrera, como ya habíamos apuntado, se sintió fascinado por el ambiente de la llanura, donde se instaló durante seis años, después de su graduación. En aquel lapso realizó diversas obras entre las que se destacan las ya citadas Estancia "La Primavera", para su familia (1918) y la casa de campo para Santiago Rocca, en Estación Pila (1916), la primera documentada en su archivo, mezcla de villa romana y neocolonial, que mucho nos recuerda al Schinkel del pabellón de Schloss Charlottenburg(1824) con sus loggie continuas, torre-mirador rematada en arquerías, etc..

En lo que se refiere al ámbito profesional, Bustillo fue una figura muy cuestionada, tanto por su actitud antimoderna -lo que se hace más conflictivo a partir de los años '50- como por su automarginación del sistema arancelario y el recurso nepotista en la obtención de los encargos, reñido no pocas veces con ciertas normas éticas de la matrícula.

Sus alegatos contra la arquitectura moderna se dirigían frecuentemente a los propios colegas considerándolos oscuros, inauténticos y desertores ''de las filas raleadas de los artistas para enrolarse en las... de los fabricantes de casas en serie''.
Los censuraba por su actitud mercante, juzgando innoble el agremiarse "cual modestos jornaleros o comerciantes, instituyendo su Consejo Profesional, arrogándose facultades legislativas y judiciales, y dándose para ello su propio código de ética profesional, que suelen aplicar con rigor de inquisidores...''.

Desde la seguridad de una herencia patricia y fuertes lazos con el poder, protestaba contra el honorario de aplicación obligatoria, propiciaba el ejercicio libre de la''noble arquitectura'', opinaba que ''hacer arte desinteresadamente se considera hoy inmoral' ' y confesaba: ''La mitad de lo que he hecho no lo he cobrado: no cobré nada por Mar del Plata, nada por el Llao-Llao, poco por el Banco de la Nación. No cobrar es sembrar..."

Las referencias o reflexiones sobre la obra de Bustillo -ocasionales y negativas- han estado prácticamente ausentes de la historiografía arquitectónica, a excepción de un opúsculo algo apologético de Leopoldo Marechal, de 1944, que consideraba su obra como revolucionaria en tanto restituía la armonía entre lo útil y lo bello.

A fines de los 70s y comienzo de los 80s, al calor de la revisión clasicista del postmodernismo y de una crítica severa a los prejuicios del Movimiento Moderno, se revalora parte de su producción, tanto desde los seminarios sobre arquitectura argentina de los 30s.

Organizados por la Escuelita, como desde la revista Dos Puntos o desde la misma práctica con "copias deliberadas" (caso del balneario Pinamar Golf Club, Tony Diaz, 1982). El evento más relevante en el rescate de su obra lo constituyó la exposición del Museo Nacional de Bellas Artes, en 1988, realizada por Marta Levisman, depositaria de su archivo y estudiosa de su carrera.

Entre los juicios historiográficos más consistentes apuntamos los de Ernesto Katzenstein, quien desarrolla su tesis sobre la progresiva neutralidad en la arquitectura domestica urbana de Bustillo. y los de Roberto Fernández quien analiza su obra a la luz del dualismo clasicidad /modernidad y del auge monumentalista en el debate cultural de los tardíos 30.

Alejandro Bustillo fue, sin lugar a dudas, un profesional que dejó una profunda huella en la arquitectura que marcó su hermano Exequiel mientras presidió la Administración de Parques Nacionales durante diez años.