Se trata de la antigua Casa Dewey, ubicada en Chos Malal. Al ingresar al antiguo almacén de ramos generales, los visitantes pueden apreciar mercadería, revistas de moda, catálogos, vajillas, latas donde se almacenaban las galletitas.... Un regreso a nuestra historia.
A pocos metros de la renovada costanera de Chos Malal, el antiguo almacén de ramos generales se encuentra enclavado en la esquina de las calles Sarmiento y Belgrano, frente al municipio local.
El patio de la casa se conserva con aquellas dimensiones y está decorado con elementos propios de la época. Su vegetación, tal vez, sea el testimonio viviente de tantos años de historia.
La construcción de la Casa fue entre los años 1894 y 1903, y los materiales utilizados se compraron a la compañía importadora de John Wright con sede en Buenos Aires. El cemento era traído desde Inglaterra. Actualmente, en la Casa aún se conservan las pequeñas cajas en las que llegaba el preciado material.
La construcción de la Casa fue entre los años 1894 y 1903, y los materiales utilizados se compraron a la compañía importadora de John Wright con sede en Buenos Aires. El cemento era traído desde Inglaterra. Actualmente, en la Casa aún se conservan las pequeñas cajas en las que llegaba el preciado material.
Al almacén de Don Enrique Dewey se le colocó una iluminación interior de lámparas de carburo. La atracción, por aquellos años, era tal, que los habitantes de Chos Malal se quedaban en la vereda de la Casa mirando las luces, como uno de los espectáculos más peculiares de la ciudad.
Una vez finalizada la construcción, don Enrique Dewey traslada el negocio de ramos generales a la nueva y flamante construcción que funcionó hasta 1934. Desde entonces, y hasta entrado el siglo XXI, por casi 70 años, el almacén de ramos generales se mantuvo cerrado al público, lo que posibilitó que los objetos se mantuvieran intactos hasta la actualidad.
Una vez finalizada la construcción, don Enrique Dewey traslada el negocio de ramos generales a la nueva y flamante construcción que funcionó hasta 1934. Desde entonces, y hasta entrado el siglo XXI, por casi 70 años, el almacén de ramos generales se mantuvo cerrado al público, lo que posibilitó que los objetos se mantuvieran intactos hasta la actualidad.