Verónica Parra Directora de Turismo confirmó que hubo unas 30 mil visitas en lo que va de la temporada invernal que se resiste a decir adiós en el parque Primeros Pinos.
Las buenas temperaturas del fin de semana más la cantidad de nieve que todavía queda acumulada hace que la despedida se estire unos días más. En ese contexto, y a la hora del balance, los prestadores coinciden en señalar que este fue el mejor invierno en más de una década. "La verdad es que hace mucho tiempo que no teníamos una temporada así, diez años por lo menos", sostuvo Rafael Jara, titular del rental que funciona en el parque y con una sucursal en Zapala.
Sus colegas del rubro coinciden con este diagnóstico. Por primera vez en mucho tiempo, la nieve no se hizo desear y desde el inicio de la temporada cubrió de blanco las laderas del espacio recreativo ubicado a sólo 50 kilómetros de esta localidad.
"Esa fue una de las claves, al tener nieve en calidad y cantidad la gente nos empezó a elegir. Así fue que trabajamos todos, tanto los alquileres como el resto de los prestadores de servicios", agregó Jara. Durante las vacaciones de invierno, Primeros Pinos alcanzó su pico máximo de visitantes.
El parque mostró su mejor versión y las filas para estacionar se multiplicaban mientras cientos de personas disfrutaban de un descenso en trineo o daban sus primeros pasos en el esquí y el snowboard. "Nuestros registros marcan un promedio de 4.000 visitantes diarios los días sábado, domingo y feriados, a esto hay que sumar la gente que no va directamente al parque y se queda en los alrededores", comentó la secretaria de Turismo, Verónica Parra.
El destino ratificó su poder de convocatoria dentro del público con perfil familiar. Grupos que llegaban desde el Alto Valle y otras provincias cercanas y no tanto con ansias de compartir una tarde diferente. En el rubro de las ventajas comparativas, además de la distancia, los costos jugaron a favor ya que el alquiler de los equipos y las tablas se ubicaron con precios preferenciales en comparación a los centros de esquí más tradicionales.
El impacto económico también se sintió aquí donde los rubros de hotelería y gastronomía se vieron beneficiados por el aluvión de turistas. "A este escenario debemos sumar también los sectores que ganan indirectamente como por ejemplo las lavanderías de los equipos de nieve que trabajaron a pleno", indicó la titular de la cartera de Turismo.
Hubo muchos que, haciendo base en esta localidad, aprovechaban el día para divertirse en la nieve y a la noche regresaban para continuar las minivacaciones en las confiterías, restaurantes y casinos de Zapala.
El museo Olsacher y el cine teatro municipal también se convirtieron en espacios recreativos muy utilizados por los visitantes. "Tenemos un cine 3D con capacidad para 700 personas y estrenos todas las semanas, a esto se suma una oferta gastronómica renovada en todos los ámbitos", remarcó Parra.