Separados de Villa la Angostura por el Nahuel Huapi, hace más de siete décadas que están en este paradisíaco lugar que supo ser una sede de recreación del Club Universitario de Buenos Aires.
Hacia fines del año 1931, el Gobierno Nacional, por intermedio de la Dirección de Tierras y Colonias, y de acuerdo al dictamen de la Comisión de "Argentinización de los Territorios del sur", concedió al CUBA -Club Universitario de Buenos Aires- un lote pastoril de 625 hectáreas sobre las costas del Lago Nahuel Huapi.
El 7 de enero de 1932 partió la primera excursión organizada por CUBA para tomar posesión de las tierras adjudicadas sobre el lago Nahuel Huapi y próximo a Villa La Angostura.
Los excursionistas de la península "El Machete" fueron: Enrique de la Balze, Oscar Coll, David Curotto, Marcelo Dellepiane, Carlos Devoto, Felipe Farjat, León Minujín, Juan J. Murtagh, Antonio Nin Mitchel y Alfredo Pavlovsky, éste último como jefe del grupo. El guía en el lugar fue Don Sabino Martínez, quien posteriormente sería durante el resto de su vida, el cuidador de la Cabaña "El Arbolito".
Cargados con todos los alimentos que pudieron conseguir en forma gratuita en las casas comerciales de Buenos Aires y provistos de amplias carpas prestadas por el Ejército, llegaron por ferrocarril hasta Pilcaniyeu (65 km antes de Bariloche), por ese entonces estación terminal de la línea.
Desde allí, acompañados por el Dr. F.Newbery, pasaron por el Bariloche de principios de los años treinta, formado por un escaso número de casas de madera, para llegar a Playa Bonita, donde establecieron su primer campamento". "El 12 de Enero embarcaron en el vapor "Patagonia" hacia la Península Machete acompañados por el Ing. Enrique Frey, quien los puso en posesión del terreno adjudicado sobre el Brazo del Río Machete, en el lugar conocido por "El Chucao".
Rodeando un viejo rancho que les sirvió de cocina y cobijo en los días lluviosos, armaron sus carpas y levantaron un mástil, donde flamearon la bandera argentina y el gallardete del CUBA, con los cajones que transportaron las mercaderías construyeron sus mesas. Y fue así, como por primera vez, una institución cultural y deportiva de Buenos Aires, izaba la bandera nacional y establecía campamento en un paraje del lejano sur, poblado en su mayoría por extranjeros".
"Terminado el campamento de 1934, fue necesario devolver las carpas que el Ejército había prestado y era necesario solucionar con urgencia el problema de tener un lugar donde dormir. Se formó entonces una Subcomisión "Pro-Casa en el Nahuel Huapi" que consiguió ayuda financiera de la Comisión Directiva y autorización para hacer una colecta y una exposición de fotografías y productos de la región, para obtener los fondos necesarios.
Don Sabino
Habiéndose creado en 1935 la Dirección de Parques Nacionales, fue necesario gestionar ante este organismo, una nueva concesión. Prometida la misma se buscó durante el invierno, con la ayuda de Don Sabino, un baqueano de la zona, un nuevo lugar dentro de la Península para levantar la futura Sede del CUBA, eligiéndose entonces los terrenos cercanos a la Araucaria Solitaria "El Arbolito" sobre el Brazo del Rincón.
"Obtenida la nueva concesión, que ésta vez fue sólo de 20 hectáreas en la parte norte del Lote Pastoril nº 49, se efectuó el corte de maderas, se limpió el terreno y se inició la construcción de la cabaña".
Con la ayuda de instituciones y personas generosas como los hermanos Newbery, Capraro y Emilio Frey, la confortable cabaña de dos pisos con capacidad para 20 personas fue inaugurada el 6 de mayo de 1937, por nuestro presidente del club Dr. Felipe A. Justo”. En esa época se incorporó la “Cubita”, el primer bote con el que Don Sabino cruzaba a Villa La Angostura con socios, equipaje y víveres, a remo. Más adelante se lo equipó con un motor fuera de borda Yumpa.
En 1969/70 se realizaron ampliaciones en la Cabaña, que cada vez recibía más visitas de socios tanto en verano como en invierno. La pavimentación del camino Buenos Aires - Bariloche permitió que se acrecentara el número de visitantes.
En el verano de 1972 y por primera vez en las aguas del Brazo Rincón, una delegación compuesta por dirigentes y timoneles de la Sede de Núñez, liderados por el Dr. Jorge Protta, llevaron cinco barcos de socios del Club, "Avelucho", "If", Fanático III de la clase Finn, y "Arisquito" y "Play Boy" de la clase Opimist, con el objeto de correr las primeras regatas en la zona. Participaron los timoneles Martín Bond, Guillermo y Ricardo Fox, Mario Abínzano, Enrique Saguier, Ernesto Leiro y Cristina Bond.
En el período 1977/78 se mejoraron las embarcaciones con la incorporación de la “Cubita II” y se implementaron más comodidades. En 1980/81 se instaló el primer grupo electrógeno.
Hasta fines de los setenta, la Cabaña estuvo habilitada solamente para socios varones. A partir de entonces se permitió la concurrencia de grupos familiares, teniendo que adecuarse las instalaciones para tal propósito, efectuando la subdivisión de los dos cuartos colectivos que daban al frente, en cuatro cuartos más acorde a las nuevas necesidades.
Fallecido Don Sabino en 1976 luego de cuarenta años al cuidado de la Cabaña, lo sucedió su hija Doña Susana Martínez y su marido Don Ricardo Uribe hasta el año 2008 con otros treinta y dos años de servicio.
Nuestro reconocimiento para esta familia, que por más de setenta años ha velado tanto por el cuidado material de la sede, como del cuidado afectivo para que los socios pasaran lo mejor posible su estadía de vacaciones.
En 1982 la CD reformó el Reglamento de la Sede restringiendo la estadía en los meses de enero y febrero a quince días por persona, lo cual permitió mejor distribución de plazas disponibles para alojar más cantidad de socios. También en ese año se instalaron equipos de VHF para establecer un radio-enlace entre la sede y Villa La Angostura.
El nombre "El Arbolito" se debe a la existencia en el lugar, del único ejemplar de Araucaria que había en todo el Parque Nahuel Huapi, no plantado por la mano del hombre.
*Extraído de "Veinticinco años en la historia del CUBA, 1968-1993
Eduardo Martiré, y de Boletín Informativo Octubre de 1982 con relatos de Raúl Di Giulio