Carlos Wiederhold fue un hombre visionario y emprendedor que inició el primer comercio en 1894. Unos pocos pobladores construyeron en las cercanías y con el correr de los años se transformó en el pueblo de San Carlos, hoy de Bariloche. Sus vivencias contadas de puño y letra.
Don Carlos Wiederhold funda una casa de comercio, núcleo inicial de un pequeño villorrio, que con el correr del tiempo se convertiría en la hoy pujante ciudad de San Carlos de Bariloche.
Pero dejemos que el propio Wiederhold nos narre su aventura: «En Diciembre de 1894 resolví hacer un viaje desde Osorno vía Puyehue a Nahuel Huapi para conoser estos hermosos paisajes i encontre en esos tiempos mui pocos pobladores... Por Don José Tauschek supe que se podía abrir un camino entre los lagos del Nahuel Huapi i Todos los Santos".
"Resolvimos hacer una espedición ocupando un pequeño bote con el cual alcansamos, atravesando las lagunitas Moreno detrás de la Península San Pedro, a Puerto Blest. Desde aquí nos abrimos, con machete en mano, un pequeño sendero que techamos con las hojas de Pangue o Nalca, por esto el nombre ‘Casa Pangue’, que nos servía para resguardarnos un poco de la torrencial lluvia."
Continía diciendo "al día siguiente seguimos por el valle del Peulla teniendo que atravesar este río a pié mas de veinte veces hasta llegar hasta el lago Todos los Santos".
«Aquí acampamos en la playa i al amanecer buscamos maderas secas y boqui para armar una valsa con la cual atravesamos el lago en 2 días".«En Petrohue abandonamos la balsa i nos dirigimos a pié hasta la Ensenada. Los víveres se nos habían agotado i por suerte nos pudimos alimentar en Peulla i Casa Pangue con Nalcas i en la Ensenada donde habían abandonado los colonos sus chacras, por la erupción del Calbuco, con grosellas y frambuesas. En la casa de don Francisco Toelg alquilamos caballos para seguir hasta Puerto Montt".
«Aquí me puse al habla con el Intendente de la Provincia de Llanquihue, Don José Luis Vergara al cual le hice una narración sobre mi espedición i mis viajes. Desde luego me prometió conseguir del Gobierno de Chile ayuda para construir un camino.
«Resolví dedicarme desde luego en abrir ese camino para transportar frutos i mercaderías i establecer en este lindo lugar, que tengo el agrado de pisar, i verlo cambiado en una prospera ciudad, una casa de comercio. Compré inmediatamente en Puerto Montt 2 buenas embarcaciones a vela, una para el lago de Llanquihue i la otra para Todos los Santos".
Recuerdo también "I para construir una embarcación más grande en Nahuel Huapi, contrate a don Lindor Gallardo que me acompañó con un grupo de carpinteros. Así se pudo lanzar en corto tiempo también esta embarcación.
Al mismo tiempo se edificaron en Ensenada, Petrohué, Peulla, Casa Pangue, Puerto Blest, i Bariloche las casas necesarias. Abrí el camino para carretas entre Llanquihue i Todos los Santos i entre Peulla i Casa Pangue i desde aqui un sendero para mulas via los Raulies a Puerto Blest".
