Se trata del séptimo hijo varón de los colonos Manuel Barbagelata y su esposa Ángela Canónico, a quien bautizaron Hipólito. Fue todo un acontecimiento para la región y hasta el diario porteño La Razón hizo mención con su artículo “Un bautismo presidencial en la Patagonia”.
* FOTO: Hipólito en brazos de su mamá, Ángela, junto al Comisario Avila el día de la ceremonia.
En 1918 la familia Barbagelata fue el comentario de la zona, cuando el 30 de junio es bautizado el 7° hijo varón, fueron en total nueve hermanos en épocas muy difíciles, del matrimonio compuesto por don Manuel Barbagelata y Ángela Canónico.
El padrino resultó nada menos que el por entonces Presidente de la Nación, don Hipólito Irigoyen. Incluso bajo el título “Un bautismo presidencial en la Patagonia” el diario porteño “La Razón” hizo mención al acto donde el pequeño niño (Hipólito Barbagelata, quien había nacido el 9 de noviembre de 1916) recibía tal distinción, como era costumbre por aquellos años.
El artículo mencionaba ”en la margen norte del lago Nahuel Huapi, acaba de ser bautizado el séptimo hijo varón del colono don Manuel Barbagelata, a cuyo niño apadrinó el presidente de la República, doctor Hipólito Irigoyen, representándolo en la ceremonia el comisario de Policía de la localidad, don Julio E. Avila, siendo madrina la esposa del ingeniero argentino don Emilio Frey: Rosa Schumacher de Frey”.
Finalmente agregaba como relevante que ”lo más hermoso del hecho es que los siete hijos del señor Barbagelata han nacido en el Territorio del Neuquen. No basta, por eso, a nuestro juicio, con el honorífico padrinazgo del primer magistrado; algo más debiera hacerse en obsequio de los habitantes que, como el colono nombrado, sirven de ese modo a la patria”.
"La vida antes era muy dura"
Entrevistado por quien esto escribe y con sus 92 años, don Hipólito Barbagelata mostraba orgulloso su medalla de oro que refiere “El Presidente de la República Hipólito Irigoyen a su ahijado Hipólito Barbagelata”; y recordaba “la vida de antes era muy dura, mi padre falleció muy joven (1925) y mi madre se tuvo que hacer cargo de nosotros nueve, sólo con la ayuda de mi hermano mayor que tenía 23 años por entonces".
"Cuando íbamos a comprar al almacén de Primo Capraro en el Correntoso, que atendía su señora, le llamábamos a los gritos desde este lado del río para que nos cruzara el bote, y allí llenábamos las alforjas del caballo con comestibles, bueno, se llenaban si llevábamos dinero suficiente", recordaba sonriente con increíble lucides.
Continuó con su relato "el viaje a caballo, se acompañaba con otro caballo “a tiro”, nos llevaba todo el día. Antes los vecinos hermanos muy unidos, como si fuéramos una gran familia, no existía médico, ni luz, ni nada, y teníamos que ayudarnos entre nosotros".
"Mis abuelos están enterrados en este mismo lote, antes se estilaba este sistema, los lotes recién pudieron ser escriturados en 1911", se refería a dos lotes pastoriles de 625 hectáreas cada uno que adquirieron los hermanos Barbagelata al llegar a este rincón cordillerano en 1903.
Los Barbagelata no solo hicieron historia con este hecho en particular, durante generaciones se afianzaron como familias pioneras de Villa la Angostura, vasta decir que fundaron la primera institución deportiva (el Club Deportivo Angostura) cuando el pueblo tenía apenas 6 años de vida, pero eso... ya es parte de otra historia.
Yayo de Mendieta
Villa la Angostura
Fuente: "Una aldea de montaña" del mismo autor