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A 87 años de que los vecinos de Villa la Angostura quisieran ser una “Ciudad Presidencial”

En 1928 Agustín P. Justo, visitó a los vecinos del paraje Correntoso para conocer de sus necesidades, y cumplió con los pedidos que ese día le hicieron en una reunión que se realizó en el Hotel Correntoso.
Historia
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El 18 de junio de 1932 una comisión de vecinos se reunió en la Casa de Gobierno con el presidente Agustín Pedro Justo y le propusieron que el pueblo llevara su nombre.

 

En 1928 visita nuestra región el entonces ministro de Guerra general Agustín Justo. El militar decide reunirse con los vecinos del paraje Correntoso, siempre ignorados por los funcionarios nacionales que llegaban hasta Bariloche o la región sur.

Fue así como Justo realizó un encuentro con Primo Capraro y distintos vecinos del Correntoso en el antiguo Hotel Correntoso.  El militar quedó "gratamente sorprendido y promete su apoyo para el desarrollo de la región". También se solidarizó con los pobladores y les aseguró que sus reclamos serían escuchados por el gobierno nacional. Y cumplió, porque a los pocos meses llegó al lugar uno de sus colaboradores para conocer en detalle los problemas de estos habitantes que vivían al pie de la cordillera andina. 

A través de su informe al gobierno nacional, la región obtuvo, la tantas veces solicitada, línea telegráfica Bariloche - Puerto Blest, asentando en la documentación oficial de la época  “la necesidad de dotar al paraje denominado “Correntoso” con una línea telegráfica inalámbrica”.

Una ciudad,  sin nombre

Por entonces apenas unas 350 personas vivían en el Paraje Correntoso, nombre de la estafeta postal que tenía el lugar, y pese a la inauguración de la Oficina Radiotelegráfica mantenía esa denominación.

Ahora había que ponerle un nombre, pero no había muchas propuestas...

 

Foto: El almuerzo con los pobladores del paraje al inaugurar la Oficina Radiotelegráfica el 15 de mayo de 1932 

El nombre del nuevo pueblo

La presencia de este ministro causó un favorable impacto entre los pobladores, hecho que quedó demostrado cuando en el acto fundacional de la estación Radiotelegráfica se propuso la moción - encabezada por Primo Capraro - de bautizar al pueblo naciente como Nuevo Pueblo y Ciudad Industrial general Agustín Justo.

A tal efecto se formó una Comisión para que sea  oficializada esta denominación y comunicada al General; la Comisión estuvo integrada por los vecinos Exequiel Bustillo, Carlos Pacheco Santamaría, Antonio Lynch (h), Manuel de Uribelarrea, Ernesto Jewell, Primo Capraro y el ingeniero Horacio Anasagasti. Se nombró presidente a Primo Capraro y secretario a Horacio Anasagasti. 

Foto: Primo Capraro- al centro detrás del mostrador de su Almacén de Ramos Generales- fue quien lideró esta comitiva que viajó a Buenos Aires. 

Este último ausente en el acto, era Presidente de la Comisión del Parque Nacional del Sud, al ser consultado por el vecino Primo Capraro, "estuvo conforme en que se denominara al pueblo en la forma indicada, y se le pasaría la comunicación consiguiente y el acta para que la firme".

El 18 de junio de 1932 la comisión de vecinos fue recibida por el presidente Agustín Justo en la Casa de Gobierno, pero "desistió con amabilidad, de la honrosa designación", razón por la cual se mantuvo con el nombre de "Correntoso" durante otros seis años.

El general Agustín Justo ocupó el cargo de Presidente de la Nación desde 1932 hasta 1938, año en que lo sucedió en el cargo Roberto Ortiz. Su gestión, en sus inicios, no contó con el apoyo popular. La gente lo veía con escepticismo, producto de los acontecimientos ocurridos en aquella década. Al año siguiente fallece Hipólito Irigoyen quien fuera derrocado en 1930, y aflora por entonces un apoyo popular a la figura política radical.

Una curiosidad poco conocida es que la nieta  de Agustín Justo vive actualmente en forma permanente en Villa la Angostura, en una propiedad ubicada en la zona del puerto de Bahía Brava. 

Finalmente fue recién el 30 de noviembre de 1938 cuando Exequiel Bustillo, por entonces presidente de Parques Nacionales y vecino del lugar al ser el dueño de la estanzuela Cumelén, decide bautizar el lugar como "Villa la Angostura", denominación que perdura hasta el día de hoy. 

Yayo de Mendieta

De "Una aldea de montaña" (2002) del mismo autor

Villa la Angostura