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Las mascotas a través de sus ojos: ¿Son capaces de distinguir los colores?

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¿Nunca se ha preguntado cómo le ve su perro o cómo percibe lo que le rodea? ¿Si es capaz de distinguir los colores? ¿Si ve en la oscuridad?

 

Para los humanos, el sentido más importante es el de la vista pues en ella confiamos para percibir y analizar el mundo que nos rodea. Sin embargo, los perros no interpretan la realidad a través de sus ojos sino de su olfato, tan vital para ellos que, gracias a él, a los pocos minutos de nacer y con los oídos y los ojos todavía cerrados, el cachorro encuentra los pezones de su madre sin necesidad de ayuda.

Gracias a los estudios que se han llevado a cabo sobre la estructura de los ojos de estos animales, ahora estamos más cerca de imaginar cómo ven. Trabajos como los de los neurólogos norteamericanos Jay Neitz, Gerald Jacobs y Timothy Geist de la Universidad de California o los del doctor Ralph Hamor, veterinario y especialista en oftalmología del Hospital Escuela del Colegio de Veterinaria de la Universidad de Illinois, entre otros, nos acercan un poco más a la forma que tienen nuestros perros de ver el mundo.

En líneas generales, y para que pueda hacerse una idea global, les es difícil ver algo que no esté en movimiento, poseen mejor visión nocturna que los humanos, tienen un mayor campo visual gracias a la colocación de sus ojos pero ven peor los detalles y en la distancia y no perciben todos los colores.

Todo esto se explica a través de la retina del ojo. En ella encontramos dos tipos de células, conos y bastones, sensibles a la luz. Los conos son los responsables de la percepción de los colores y los detalles mientras que los bastones son sensibles al contraste de blanco y negro, muy útiles para distinguir entre claros y sombras. Los perros poseen la décima parte de concentración de conos que los humanos, por lo que no perciben los colores igual que nosotros. En contrapartida, el tener mayor número de bastones les es muy útil por la noche.

Profundidad y campo visual

Además, poseen una membrana especial, tapetum lucidum, que les proporciona una excelente visión nocturna. En ella se refleja la luz, que vuelve a la retina dándole una segunda oportunidad de absorberla y es la responsable de que los ojos de los perros brillen en la oscuridad cuando reflejan una fuente luminosa. También tienen unas pupilas más grandes que las nuestras lo que facilita la entrada de luz pero, al mismo tiempo, les hace perder profundidad de campo.

Asimismo, la posición de los ojos determina su visión en la distancia y el campo visual. Los perros, al ser depredadores, tienen los ojos más juntos el uno del otro en comparación con las presas, que los tienen más cerca de los costados de la cabeza. Aún así, no están tan pegados como los ojos de los humanos lo que hace que su visión binocular (coincidencia del campo visual de cada ojo) se vea comprometida. Esto significa que los perros miran fijamente mucho menos que nosotros, pues tienen más problemas para conseguir enfocar con nitidez un objeto con los dos ojos a la vez.

Sin embargo, tienen un mayor campo visual que el del hombre aunque todo esto varía en función del tamaño del hocico y de la forma del cráneo. Así, no espere que su perro le reconozca en la distancia a no ser que consiga detectar su olor o que realice un movimiento característico que le permita identificarle.

Fíjese en que su perro no presta atención a las fotografías o las imágenes estáticas pero sí a la televisión, no porque esté interesado en la programación sino simplemente porque las imágenes se mueven. Nos superan con mucho en la percepción del movimiento lo que podemos comprobar cuando les tiramos una pelota y la agarran al vuelo con la mayor tranquilidad del mundo. Esta capacidad siempre les ha sido muy útil a la hora de cazar, pues apreciar el más mínimo movimiento es sumamente ventajoso para atrapar a la presa.

Colores

En cuanto a los colores, nuestros amigos no los perciben como nosotros. Dada su condición de cazadores y depredadores nocturnos, necesitan ver en la oscuridad pero la percepción del color no es realmente importante. Además, el tener pocos conos les impide construir una escala cromática completa. Antes se pensaba que o bien veían en blanco y negro o bien podían distinguir tonalidades sepia pero las investigaciones han demostrado que perciben algunos colores, unos mejor que otros.

Así, los perros ven el amarillo y el azul y, de esta manera, colores como el verde, el amarillo y el naranja los perciben como amarillo y el azul y el violeta como azul. El rojo es el color que peor distinguen aunque sí parece que diferencian tonalidades de gris.

En conclusión, no debe inquietarse por si su perro le considera guapo o feo pues no percibe los detalles tan claramente. A él no le importa que combine mal los colores de su ropa, que sus ojos sean azules o verdes ni que esta mañana haya sido incapaz de peinarse como es debido. Él percibe los olores y el movimiento y, a través de ellos, su estado de ánimo. Su mascota sólo se preocupa por si usted está contento, triste o enfadado y por conseguir un rato de atención y cariño. Su aspecto, para él, es secundario. Es liberador, ¿no cree?

Patricia Lozano

El MundoDel Perro