El avión había despegado de Mendoza, hizo escala en el aeropuerto de Neuquén y cayó dejando un saldo de 22 muertos. La tragedia sucedió el 18 de mayo del 2011.
Juan Carlos Ruiz vecino de Centenario y padre de Juan Manuel, una de las 22 víctimas de la tragedia de Sol, luchó hasta lograr que se reabriera la causa para investigar las responsabilidades detrás de la caída del avión Saab 340 –matrícula LV-CEJ. Fue después de la tragedia del avión de la empresa Sol, que ocurrió el 18 de mayo de 2011. Pasaron 9 años.
Su hijo Juan Manuel, entonces de 29 años, fue una de las 22 víctimas fatales.Nunca se resignó ni creyó en que lo que pasó en el paraje Los Menucos, en Río Negro, fue un accidente.
Por eso, cuando en 2012 el juez Leónidas Moldes culpó al piloto y sobreseyó a los tres directivos de la empresa, la siguió peleando. Y hace poco tiempo logró que la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca revocara el sobreseimiento a los directivos de la aerolínea Danilo Pojmaevich, Horacio Angeli y Juan Alberto Nyffenegger (fallecido) y ordenara una nueva investigación.Fueron años de lucha mezclados con el dolor de la pérdida de un hijo que “tenía todo un porvenir por delante.
De las 22 personas a bordo, no sobrevivió nadie. Viajaban, además del piloto y copiloto, la auxiliar de cabina Jessica Fontán, 18 pasajeros adultos y un bebé. Nadie sobrevivió.
Había estudiado, se había instruido y en poco tiempo consiguió logros de los que me sentía orgulloso. Pero todo se frustró. Todo lo frustró esta tragedia que pudo haberse evitado”, agregó Juan Carlos.
Con la causa nuevamente abierta, comenzaron las declaraciones de personas involucradas. Peritos y técnicos fueron aportando cuestiones que para la abogada querellante, Romina Barreto, van allanando el camino que persiguen: demostrar que las verdaderas causas de lo que sucedió son anteriores al vuelo y que existe una serie de responsabilidades tanto de los directivos de Sol como de los entes del estado que debieron controlar que el avión estaba en condiciones de volar.
Todo indica que faltaron los controles, que la máquina no era aeronavegable, que fallaron las comunicaciones, que los pilotos no completaron la instrucción y que las condiciones meteorológicas que dieron antes de partir de Neuquén estaban desactualizadas.
Con todas estas causas que van en camino de comprobarse, resulta posible el cambio de carátula en manos de juez subrogante (Moldes se jubiló), Gustavo Zapata. La causa siempre tuvo una carátula ambigua: “Actuación instruida sobre averiguación de accidente aéreo Aeronave LVC”.
En el lugar donde cayó el avión de Sol, los familiares de las víctimas construyeron un santuario que visitan en cada aniversario de la tragedia. “Lógicamente que este año no pudimos ir por el tema de la pandemia. Pero siempre hemos estado en ese lugar. A veces me quiebro, es verdad. Pero no tengo otra manera de recordar a mi hijo, de tenerlo presente. De encontrar un poco de consuelo aunque nunca lo hay cuando un padre pierde a un hijo ”, finalizó Juan Carlos Ruíz.
Fuente: Clarin/Fotos/Reflejo Neuquino