Juan Aubert, en especial para la Angostura Digital, realiza un interesante análisis de la angustiante situación de millones de argentinos que no pueden acceder a su vivienda o alquilar, en un mercado cada vez más oprimido y, sus graves implicancias en Villa La Angostura.
Acceso a la vivienda digna, un derecho constitución que el Estado no cumple.
Otro de los grandes flagelos que sufre el país, es el acceso a la vivienda para las clases menos pudientes y con ello, la otra cara: los alquileres
Razones de estudio me dieron el privilegio de llegar al viejo continente. En Madrid visitando el Museo del Prado, ubicado frente al emblemático Hotel Ritz, hoy en restauración, encontré una manifestación de los denominados sin techo, que acamparon muy cerca de ahí, frente al Ministerio de Desarrollo Social (su equivalente allá) por curiosidad y ganas de entrar en la problemática de otros países – quizá para comprender la nuestra – me encolumné y pude conversar con ellos y sus organizadores, realmente me contaron su problemática con casos angustiantes realmente.
Hoy en España, se está debatiendo fuertemente esta situación a nivel de gobierno, ante una incierta situación social, que se expande por todo el mundo -en el siglo 21- podría decir que, toda la problemática social, tienen características de un nuevo esquema de esclavitud y sometimiento. Podría enumerar otras situaciones como: los estudiantes de Estambul, sacando sus colchones a la calle para protestar por los altos alquileres o el pedido de expropiación de 240.000 viviendas en Berlín por tratarse de propietarios especuladores y así otros hechos de características similares.
En Argentina no escapamos a esta incierta situación, por el contrario se está acentuando día a día. Apreciándose una clara situación de oferta-demanda-rentabilidad. Sancionada la ley 27551, todo iba a cambiar, los resultados a la vista nos muestran otra realidad, en tanto que, la oposición está tratando en el Congreso de la Nación, poner en debate este tema nuevamente, sin resultado alguno. Algunas Organizaciones de inquilinos esbozan sus problemáticas ante el Secretario de Desarrollo Territorial, Luciano Scatolini, quién hizo varios planteos, incluso llegó a hablar de un Ministerio de la Vivienda, pero ante un gobierno tan devaluado, quién les puede creer.
Me pregunto por qué estas leyes tan sensibles, son ideologizadas o partidizadas, en lugar de apuntar al bien común desde un punto de equilibrio, tanto para propietarios como inquilinos.
Este desequilibrio entre oferta y demanda, abarca aproximadamente a 9 millones de inquilinos, un 20 % aproximadamente de la población de nuestro país que alquila. Dentro de ese grupo, ha quedado - post pandemia - gente atrapada por la falta de trabajo, desocupación y otros dudosos escenarios que hoy los angustian. Más del 60 % de los alquileres no registran sus contratos ante el Estado y cerca del 50 % de los inquilinos, sus alquileres superan el 60 % de sus ingresos o lo que dicho de otra manera, una pareja que cobra dos sueldos dignos uno, se destina para el pago del alquiler y gastos inherentes. SE IMAGINAN AQUELLOS CUYOS SUELDOS HAN SIDO LIQUADOS POR LA INFLACIÓN O QUE SON JUBILADOS.
La provincia de Neuquén y sus localidades no escapan de esta situación
Indagando el mercado de Villa La Angostura, me cuentan que los propietarios han cambiado- por una cuestión de rentabilidad, junto a la abundante demanda turística y proceden a alquilar en forma temporaria, es más rentable comentan, por lo cual se ven perjudicadas todas aquellas personas que demandan alquileres permanentes, con la menor oferta de propiedades y gran demanda, produciendo una suba irracional de los valores.
A modo de ejemplo, he encontrado vecinos que están haciendo gestiones para irse a otros lugares, en dónde los alquileres son sustancialmente más económicos, Dina Huapi por ejemplo. Otros vuelven a sus destinos de origen porque tienen su casa y regresaran al final de la temporada para ver si consiguen alquilar. Es una tragedia en varios aspectos: escolaridad, trabajo, relación social y otras variantes. En muchos casos hoy, los alquileres se tornan hasta usurarios. Más del 60 % de los inquilinos no tienen contrato o lo tienen pero no ha sido declarado ante la AFIP. Aquí aparece otra problemática: pequeños inquilinos y propietarios no contemplados en una atención especial. La ley en este sentido es discriminatoria porque apunta a los grandes propietarios o desarrolladores inmobiliarios y, presiona de una forma descomunal a aquellos propietarios que con el trabajo de toda una vida, lograron construir dos o tres viviendas, para con cuyos ingresos, tener una paliativo antes las magras jubilaciones, a modo de ejemplo.
Si observamos las redes sociales relacionadas con alquileres permanentes, ciudadanos que no pueden trabajar porque no consiguen dónde vivir o que tienen que dejar la vivienda, porque de diciembre a marzo sus propietarios la ponen en alquiler temporario. Es importante destacar que todo aquél inquilino que realice un contrato por tres meses y lo renueve por otros tres meses, la ley entiende que tiene derecho a un contrato permanente.
En este momento de pretemporada nada más evidente en Villa La Angostura que esta realidad.
Consultadas fuentes locales se preguntaban: ¿Quiénes van a ocupar los cupos de demanda laboral, cuando ya no queden casas para alquilar? ¿Quién va a atender a los turistas en esta fenomenal temporada que se avecina, cuando no queden personas para trabajar por la falta de vivienda? ¿O vamos a fomentar el trabajo golondrina y la mala calidad de vida de los trabajadores por tres meses, con tal de que unos pocos se llenen los bolsillos?
Otras fuentes se preguntan: ¿Por qué suben los precios de los alquileres? Remuneración imponible promedio de los trabajadores Ripte y el índice de precios al consumidor IPC, ¿Ésta una forma adecuada de actualización? ¿Los plazos de los contratos, 3 años, en un país tan cambiante, les da confianza a los propietarios? ¿Por qué no hay viviendas en alquiler permanente en Villa La Angostura? Su respuesta fue: “Porque el Municipio no controla los ATT truchos. Si querés un alquiler permanente, hacete turista y hay una oferta de 46 mil plazas, pero además este año se agregaron unos 700 tiempos compartidos que la Municipalidad no controlará”
Por tanto, la nueva ley 27551 que rige en Argentina desde julio 2020, si bien se presentó como un gran adelanto, no es tan beneficiosa para las partes, comenzando por los propietarios que más allá de los detalles puntuales no tienen un panorama alentador para la inversión, ni para alentarlos a alquilar en forma permanente, más bien se inclinan por contratos temporarios, una modalidad que puede beneficiar a los inquilinos en un porcentaje muy pequeño, pero el grueso sigue a la deriva.
Hacía referencia de aquellos propietarios que poseen dos o tres viviendas para alquiler, producto del trabajo de toda su vida, de aquellos otros grupos que viven literalmente de sus inversiones, en algunos casos especulativas.
Hoy todos están emparejados y aquí, a mi modesto entender, se produce una inequidad, aquél propietario de hasta 3 viviendas para alquilar, debería inscribirse en un registro municipal de alquileres y no debería estar comprendido en la tributación como hoy.
Que quiero indicar con esto, que la Afip, no debería reclamar el pago de un impuesto como Monotributista, Ganancias etc., es cierto que se beneficia con un ingreso pero con ello y todas las demás cargas impositivas, locales y provinciales no puede bajar sus alquileres y esto en algunos casos para ciertos ingresos se tornan impagables. Estos propietarios deberían estar apoyados por los Gobiernos, incentivando con la quita de todo impuesto adicional por el alquiler y beneficiados por una baja en los específicos.
Si en el país el acceso a la vivienda fuera una Política de Estado, otra sería la historia, de propietarios e inquilinos:
- Incentivos para inversores privados que destinen sus viviendas para alquiler permanente
- Incentivos sociales en terrenos fiscales con acceso a los servicios esenciales, para quien pueda construir su casa por cuenta propia
- Incentivos sociales para aquellas capas más necesitadas y jóvenes, para acceder a una vivienda digna, tanto para compra o para alquiler
- Un gran plan de desarrollo para todo el país que, implique el acceso a la vivienda única, de modo accesible entre consorcios de financiamiento público-privados de capitales nacionales o internacionales
- Permitir el alquiler con opción a compra en dónde el pago del mismo pase a formar parte de la entrega, para la futura compra (leasing)
- Fomentar el desarrollo de cooperativas de viviendas e incentivar a aquellos grupos de personas que pueden asociarse para la compra del terreno y luego por PH poder construirse su vivienda.
- Incentivos para los propietarios que quieran adaptar una vivienda con destino a alquiler permanente
- Registro Municipal de propietarios con viviendas para alquiler permanente, para evitar la intermediación y fijación de precios entre partes.
- El contrato de alquiler debería ser entre partes, sin intermediación, al menos para el segmente definido como más vulnerables.
Los alquileres en Argentina deben ser un negocio en equilibrio para las partes y el Estado tiene que apoyar y velar por el interés común, de aquellos sectores de menor capital e inquilinos vulnerables a fin de proporcionarle beneficios a ambos.
Lo palpable, es que no hay una agenda cierta de los grandes temas que nos están acosando y, después protestan cuando las cosas estallan en las manos del Estado. El propio gobierno pone temas triviales a consideración de la opinión pública, tanto en medios como en partidos políticos y los hace debatir por cuestiones que no ayudan a todos estos ciudadanos que padecen problemas sociales. “Tengo 10 viviendas, animal” Se la escuchaba hablar a la Señora del Gobernador de Santiago del Estero, hoy en la línea sucesoria presidencial. Que esperamos para incluir con justicia a los excluidos sociales o estaremos ante una próxima rebelión de los pobres, como en España o saldremos a quemar colchones.
Juan Aubert, especial para la Angostura Digital
