27
Wed, Nov

Malvinas VI: Argentina contra todos: La OTAN, los EEUU, Francia y la URSS

Historia
Tipografía

Todos estos países ayudaron a Inglaterra por distintos medios entre otros el que muestra la foto. Observamos una imagen satelital de la pista de Puerto Argentino tomada por satélites americanos. Los ingleses contaban con este tipo de informaciones antes de realizar cualquier ataque. A pesar de ello, el aeródromo de Puerto Argentino, operó ininterrumpidamente durante todo el conflicto hasta 2 horas antes de que se firmara la capitulación, incluso a pesar de ser la posición más atacada durante toda la guerra.

 

En la Conferencia Internacional «La Otan, la Cuarta Flota de EE.UU. y las Islas Malvinas», la compañera Rina Bertaccini, presidenta del Mopassol y vicepresidenta del Consejo Mundial por la Paz, presentó una ponencia sobre «La Otan, la 4ª Flota y las Malvinas».

Dijo: «En 1982, los argentinos sufrimos en carne propia la política de la Otan. Esa experiencia traumática, la Guerra de Malvinas (…), permitió poner de relieve la alianza entre el gobierno de EE.UU. y la Corona Británica. Pero, también, vislumbrar la comunidad de intereses entre países y pueblos de Latinoamérica y el Caribe, que se tradujo en significativas expresiones de solidaridad».

El 23 de marzo de 1982 -diez días antes del desembarco argentino- un cable de UPI fechado en Londres informa sobre la idea de que EE.UU. construya en las Malvinas una base aeronaval siguiendo el modelo de la Isla Ascensión. Terminada la guerra Inglaterra retoma el control total del archipiélago y el proyecto se concreta con la ampliación de la pista e instalaciones del aeropuerto de Mount Pleasant en las cuales, según trascendidos periodísticos, hasta 1987 se invirtieron 661 millones de dólares. Un dato revelador, consignado en el diario El Malvinense, del 23-1-2009, es que el siete por ciento del presupuesto de la Otan está destinado a Malvinas.

s el llamado Free Oceans Plan -Plan para el Océano Libre- donde explica la importancia estratégica del Atlántico Sur y señala: «Aún cuando EE.UU. pueda contar con un apoyo efectivo y duradero de la Unión Sudafricana y de la República de Chile, y eventualmente de la Argentina, que facilite la ejecución de sus planes para el extremo sur de los tres océanos, es indispensable contar con el apoyo de Gran Bretaña (…) que debe ser nuestra principal aliada en esa área, no sólo porque es nuestra amiga más confiable en el orden internacional, sino porque todavía ocupa diversas islas en el Atlántico Sur que, en caso de necesidad, podrían convertirse en bases aeronavales, de acuerdo con el modelo de Diego García, o en punto de apoyo logístico como la isla Ascensión».

Durante la crisis de Malvinas, Washington se atuvo estrictamente a estos criterios. Al fin de la guerra, logra, entre sus objetivos militares, la construcción de la Fortaleza Malvinas.