Así lo evaluó la presidenta de la Cámara de Comercio de Villa La Angostura. Opinó que si las autoridades resolvieran cerrar otra vez la localidad, “se prende fuego el Municipio, el hospital, la provincia”.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Villa La Angostura, Mónica González, evaluó que el movimiento comercial de enero “fue muy positivo”.
“En algunos negocios y restoranes trabajaron mucho más que en enero del año pasado, en otros locales y rubros igual; todo depende del rubro, porque varía mucho”, explicó en una entrevista con LA ANGOSTURA DIGITAL. “Pero en líneas generales, todos trabajamos muy bien”, destacó.
González comentó que los ingresos que se generaron en enero pasado “sirvieron para atajar las deudas” acumuladas el año pasado, “para empezar a afrontar los créditos”.
“El movimiento de enero ayudó a empezar a pagar a proveedores, ponerse al día con los impuestos, que se habían dejado de pagar, o acceder a planes de pago”, sostuvo.
“El movimiento turístico de enero permitió a los comerciantes poder acomodarse bien financieramente”, destacó. “Es un alivio porque si bien no alcanza para ahorrar, te vas sacando deudas de encima”, contó.
Dijo que volver a trabajar como se pudo en enero “genera una expectativa positiva, te carga un poquito las pilas”. “Había mucha gente decaída por la pandemia que estaba pensando en cerrar el negocio y se pudo poner en pie, y pedir mercadería y los proveedores también ayudaron. Hay otro ánimo”, valoró.
Y mencionó como dato destacado que hay muchas reservas para febrero. Recordó que el turista de Chile era el que viajaba en febrero, pero ahora no cruzará porque las fronteras están cerradas.
“Lo que no sabemos es si en febrero vendrán turistas con capacidad de consumo, porque los visitantes de enero fueron gente de mucho consumo”, observó González.
Dijo que el tema ahora es el miedo al segundo brote, “porque con el primero estamos al horno”.
Opinó que lo que pasa en este momento con la cantidad enorme de casos positivos de covid-19 “son las consecuencias de haber vivido encerrados durante 9 meses”.
“Nos tuvieron encerrados en una burbuja durante 9 meses y cuando abrieron no pedían nada”, advirtió. “La gente de la Villa no se cuidó, se hartó del encierro y acá están los resultados a la vista”, planteó la presidenta de la Cámara de Comercio.
Cuando se le preguntó si tenían miedo de que se vuelva a cerrar la localidad, como sucedió el año pasado en la fase 1, González respondió: “No creo que se les pase por la cabeza eso, no lo creo”.
“Porque por más que cierres no lo frenás. Esto se frena con el cuidado personal. No tiene que venir el Estado a decirte que tenés que ponerte el tapabocas, que tenés que evitar las reuniones sociales”, sostuvo.
Opinó que para muchas personas de la localidad “esto es un viva la pepa y andan de fiesta en fiesta”.
Recordó que el mayor porcentaje de las personas contagiadas son residentes, no son turistas. “Hemos sido nosotros los responsables. Dicen: la culpa la tiene el Estado y creo que no es así”, aseguró González.
Recordó que a mediados de diciembre pasado había alrededor de 20 personas enfermas y hoy son casi 800. “No fueron los turistas, fuimos nosotros los que no nos cuidamos”, reiteró.
Y opinó que si las autoridades provinciales o municipales resolvieran cerrar la localidad, como ocurrió durante el año pasado, “se prende fuego el Municipio, el hospital, la provincia”.
“Pero en síntesis, enero fue muy bueno, porque alivió las deudas”, remató González.