El hecho ocurrió el sábado antes de las 7, cuando seis jóvenes rompieron vidrios de la casa que alquilaba el empleado policial y la vivienda del dueño del lote. El ataque ocurrió cuando el policía dormía con su señora y su bebé. La familia se tuvo que ir del barrio El Mallín. Los autores fueron identificados.
Seis jóvenes atacaron la vivienda que un empleado policial alquilaba en El Mallín y a raíz del ataque tuvo que mudarse del barrio con su familia. Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió el sábado antes de las 7, cuando el agente policial dormía en la casa, con su señora y su bebé.
Según la denuncia, el empleado policial dijo que se despertó porque escuchó ruidos en el techo de su casa. Luego, observó cómo estalló el vidrio de la ventaba ubicada en el frente de la vivienda. Por fortuna, nadie salió lesionado. El policía salió de la casa a ver qué pasaba e identificó a seis jóvenes conocidos por haber ocasionado desórdenes en el barrio. El policía regresó al interior de su vivienda para contener a su familia y llamó a la comisaría 28.
Policías se desplazaron en un patrullero hasta el domicilio y mientras se dirigían al lugar observaron a los jóvenes señalados por el denunciante cuando ingresaban a una vivienda de calle Primeros Pobladores 472. Desde ese domicilio, según las fuentes policiales, los jóvenes continuaron arrojando piedras con gomera y dañaron un vidrio de la vivienda del propietario de la casa que alquila el policía. La vivienda está en el mismo terreno.
El hombre también denunció el ataque, con su sobrino que vive en otra casa contigua. Policías se quedaron custodiando el lugar y el agente fue trasladado con su señora y su hijo a otra vivienda de manera temporal.
Después, el empleado policial resolvió enviar a su familia a Junín de los Andes porque no tenía donde alojarlos y él se mudó a las habitaciones que posee la comisaria 28, que ya están superpobladas.
Las fuentes policiales informaron que cuando el patrullero se retiraba del barrio recibió un piedrazo en el espejo izquierdo, que quedó dañado. Para salir del barrio, un agente policial usó la escopeta reglamentaria y disparó tres disparos intimidatorios con rebote sin resultar nadie lesionado, según informó la Policía. El hecho fue notificado al fiscal Adrián De Lillo.